En la segunda edición de "El mundo de la Ñ" doy elementos para afirmar que el español no puede ser considerado una lengua extranjera en los EEUU.
Para escuchar el diálogo pincha aquí:
http://dl.dropbox.com/u/6040631/No%20es%20lengua%20extrajera%20en%20EEUU.mp3
martes, 25 de octubre de 2011
miércoles, 19 de octubre de 2011
El español es la lengua que articula América Latina
En la primera edición de "El mundo de la Ñ", en Radio Exterior de España, dialogo con Susana García Polo sobre cómo nuestra lengua comunica no sólo a los hispanohablantes de Latinoamérica, sino también a los hablantes de las otras lenguas, pequeñas o grandes. Pincha aquí:
http://dl.dropbox.com/u/6040631/EL%20MUNDO%20%C3%91%20OK_1969076.1350.mp3
http://dl.dropbox.com/u/6040631/EL%20MUNDO%20%C3%91%20OK_1969076.1350.mp3
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domingo, 2 de octubre de 2011
Amnesia digital
Nunca olvidaré mi
primera computadora: una preciosa Macintosh
Classic. Los imperativos económicos –muy a mi pesar– me llevaron al
mundo de los clones y a otros sistemas operativos... con un grave descuido de
mi parte: no trasvasé a los nuevos formatos lo que tenía en mi joyita. Pasaron
los años... ¡y ya no sé como recuperar esos archivos!
Admito que me
alertaron: los CD, DVD e incluso los discos duros, con el tiempo, aunque no se
usen, terminan por ser inutilizables. No hice caso. Pero, vía Le Monde, llegué a un informe
presentado a la Academia
de Ciencias del Instituto de Francia que sentencia: “los medios digitales tienen una vida útil de cinco a
diez años”. Esto es gravísimo, dada la actual expansión de la acumulación de datos
por vía digital: en 2007, 281 millardos de gigabytes, es decir, 45 gigabytes por cada ser
humano; en 2011, 1.800 millardos de gigabytes, diez veces más que en 2006. Las grandes instituciones se han
lanzado a una “migración perpetua” para asegurar la perennidad de la
información...
Pero veamos más allá. Ubiquémonos en una
escala de milenios. Digamos que, en medio de un cataclismo, nos arreglamos para
salvar un disco duro en los pliegues de una cueva. El año 4.000 es descubierto
por nuestros descendientes. ¿Qué podrán extraer de él? Muy probablemente menos que la copiosa
información que se extrajo de los manuscritos del Mar Muerto dos milenios
después de haber sido ocultados en grutas.
En cierta forma, la precariedad del soporte
digital y la incertidumbre respecto a la disponibilidad permanente de medios
para leerlos, pone al legado del género humano, en el largo plazo, en condición
volátil. Un cataclismo, un colapso de los sistemas, un parpadeo en la
“migración perpetua”, podría hacer perder tesoros a la humanidad. Podría
perderse, de haber puesto todas las fichas en la ruleta digital, incluso la
continuidad de la especie. ¿Habría que comenzar todo de nuevo?
Hace millones de años nuestros ancestros
comienzan un proceso que los lleva a un momento fundacional: el surgimiento de
la lengua. La cultura desplaza entonces a la biología como principal factor
evolutivo. Nace la humanidad. Ésta es, ante todo, lengua, lenguajes: capacidad
simbólica para aprehender, proyectar, rememorar, imaginar. Su soporte ha sido
el aire, la piedra, el papel y, hoy, de manera creciente, lo digital. Rara vez
ha habido tanto en juego.
Ya comienzan los libros digitales... ¿los
podrán leer mis nietos como yo leo los libros de mi abuelo? Por de pronto me he
dado a la tarea de imprimir todo lo fundamental, esperando que el mercado ponga
rápidamente a disposición de los simples mortales la “migración perpetua”.
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